Gitanos del mundo
Los olvidados de Dios, que resisten en los márgenes de la historia.
Los que viajan como siguiendo un precepto indiscutido de traslado, los que emigran como respetando un mandato interno anclado en su propia y particular tradición cultural.
Es algo que llevan quizás en la sangre, que llevan en la manera de entender La existencia.
Hoy los gitanos son un inmenso puzzle desparramado por el planeta, un puzzle de partes diferentes pero que van unidas entre sí por algunos preceptos innegociables y que de una u otra manera los definen étnicamente. La música, los bailes y la utilización de los cuentos para narrar su historia y contar el desprecio que sienten por las personas sedentarias que se creen dueñas de la tierra.
Desde siempre han emigrado, han cambiado de espacio sin por eso sentir el desarraigo. Ellos comprenden de alguna forma que el nomadismo implica una cierta manera de aferrarse a lo que cambia.
Es casi una paradoja, pero es de un modo u otro lo que quizás podríamos definir como una de las principales características que unen a los gitanos. Por otro lado s interesante observar cómo en casi todos los casos viven atravesados por una lealtad indiscutible al clan de origen.
De alguna manera se saben parte de una etnia distinta que deambula incansablemente a lo largo del planeta.
Ojalá todos comprendiéramos que la integración y las diferencias no son necesariamente enemigas. La diversidad cultural es una de las mayores riquezas de la Humanidad, el reto es aprender a compartir, aprender los unos de los otros para llegar a una sociedad de mayor riqueza y equilibrio.
Estas fotos fueron tomadas en India, Rumania, Francia, Argentina, España y Portugal.
Esteban Widnicky
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